Cuidadora interna
Atención continua en el domicilio con cuidadoras internas seleccionadas. Higiene, comidas, compañía, apoyo nocturno y tranquilidad real para la familia.
Cuidadora interna: atención continua y tranquilidad real
Una cuidadora interna convive en el domicilio para ofrecer apoyo diario, compañía constante y seguridad las 24 horas, permitiendo que la familia descanse con total confianza.
Presencia permanente
Atención continua día y noche para evitar caídas, desorientación o soledad, con una cuidadora siempre disponible en el hogar.
Rutina diaria cuidada
Apoyo en higiene, comidas, medicación, movilidad y tareas básicas, manteniendo hábitos estables y un entorno seguro.
Calma para la familia
La familia recupera descanso y tranquilidad sabiendo que su ser querido está bien atendido en casa, sin interrupciones ni cambios constantes.
Beneficios de una cuidadora interna
La cuidadora interna ofrece atención continua en el domicilio, aportando seguridad al mayor y tranquilidad real a la familia durante todo el día y la noche.
Tranquilidad las 24 horas
Descansa sabiendo que tu familiar no está solo en ningún momento, con una persona de confianza siempre presente en el hogar.
Compañía constante
Atención cercana y continuada que reduce la soledad, la ansiedad y la desorientación, creando un entorno estable y humano.
Supervisión día y noche
Prevención de caídas, control de rutinas y reacción rápida ante cualquier incidencia, también en horario nocturno.
Higiene, comidas y medicación
Apoyo diario en el aseo, preparación de comidas y seguimiento de la medicación según pauta médica.
Una sola cuidadora de referencia
La convivencia permite crear vínculo y confianza, evitando cambios constantes y mejorando el bienestar.
Cuidado a largo plazo
Un servicio pensado para el día a día, adaptable a la evolución del mayor y a las necesidades reales de la familia.
Preguntas frecuentes sobre cuidadora interna
Resolvemos las dudas más habituales sobre el servicio de cuidadora interna para que puedas decidir con total tranquilidad.
